Flor de una noche
Sus ojos misteriosos Le daban curiosidad Ella un tanto nerviosa empezó a cantar. Ambos tenían algo en común, las letras y el café. . La pasión surgió y remembraron su historia clandestina. Es así como la melodía empezó a sonar y todo se volvió lento. Ambos se juntaron para hablar un solo lenguaje. Ni las letras Ni el café pudieron detener tal coalición. Y más que el misterio de sus ojos y la timidez de ella. Eran sus mentes enlazadas. Qué dejo tan exhausto momento.