El mundo de Jojy

Aburrida de lo mismo aburrida de mi llanto aburrida de mi noche aburrida de las horas He dejado de a pocos el silencio, mi delirio la cordura astuta de mi fe. Aburrida de lo mismo aburrida de mi miedo aburrida de las cosas aburrida de mi niebla. He soltado en el océano el desamparo, mi alivio la tenue luz de mi alma.

Y cuánto debo esperar para que aparezcas en mis sueños. Mi habitación se torna oscura mientras que la ansiedad no cesa. Es apego lo que siento pues el amor se ha fugado. Y cuánto debo esperar para que la alegría vuelva a mis entrañas y el olvido tome mi memoria. Cuando esta pena se desvanecerá  como aquella neblina en la mañana. Tu silencio se ha vuelto insoportable mi apego asfixiante y el pasado tormentoso. Y cuánto debo esperar para que la locura de amar se vaya, esta que consume mi alma. No tengo hambre de amar es apego lo que siento. no tengo miedo de amar es el concepto equivocado que no dejo.

Se desgasta la vida buscando el pan en la monotonía. Las horas van encerrando la tristeza escondida de almas vacías; con dolor. Tiempo perdido tiempo muerto de zombies que lentamente se lanzan al precipicio. Todos en lo mismo a ritmo apresurado desgastando el aliento en espejismos vanos. Carnes frívolas, ricos a cuesta del sudor de los desventurados. Se desgasta la vida de los que gritan sin sonido de los que sueñan en mareas de los que mueren sin entierro. Monotonía absurda consumes de a pocos el sentido de vivir

Miro la luna que se desvanece con la neblina del olvido que trae el velo de la noche.   Te vas convirtiendo en el intento fallido de amar y no amar de recodar y no recordar lo amargo del pasado. Querido, te has vuelto la melodía que resuena en mi cabeza, chillante, resonante, aturde mi sentir. Miro la luna que va siguiéndome  y penetrando mis entrañas, acompañando esta noche de soledad en donde mi  memoria lentamente trata de olvidar lo amargo del ayer. Miro la luna. 

Luvia Escucha el sonido de sus gotas que van humedeciendo la tierra; de a pocos va saliendo ese olor que solo el  vivo puede sentir. Mientras su gotas marcan el tiempo van limpiando el dolor y delirio de las calles solitarias. Aguacero que no cesa que hace  resurgir en medio de la niebla; la esperanza.  Y en las huertas coloradas juegan los de buen corazón dando volteretas sin preocupación. Aroma que cura que da paz en el aire de quienes la respiran. Lluvia, hermosa a la vista que no todos divisan.  

Sus ojos misteriosos Le daban curiosidad Ella un tanto nerviosa empezó a cantar. Ambos tenían algo en común, las letras y el café. . La pasión surgió  y remembraron su historia clandestina. Es así como la melodía empezó a sonar y todo se volvió lento. Ambos se juntaron para hablar un solo lenguaje. Ni las letras  Ni el café pudieron  detener tal  coalición. Y más que el misterio de sus ojos y la timidez de ella. Eran sus mentes  enlazadas.  Qué dejo tan  exhausto momento. 

Y cuánto vale lo que uno da, la vida se desgasta  sin avisar. poco a poco eres presa del pasado. y no hay rivera  que se pueda  divisar; cuando te nublas en dolor. Solo tienes que continuar la esperanza renace en la oscuridad.  Aunque creas hundirte en un fango abismal toma de la mano a tu  voluntad. Y sigue por el  sendero de tus sueños. Y cuánto vale  lo que uno da Si la vida te grita deja el atrás. Pero tu insistes en regresar a lo podrido del ayer. A la desventura  A la fila de los desfallecidos. Solo tienes que continuar, la esperanza renace  cuando tocas fondo. Y cuánto vale lo que uno da  Si ponemos  al amor en primer lugar.

Tu recuerdo sigue merodeando mi mente. Siento tus labios en las noches de invierno aún que seas el espejismo de mi soledad. Y eres la desventura llamando a mi puerta que como un ladrón te escabullas para quitar lo mejor de mí. Tus recuerdos carcome mi presente siento tus manos rosando mi piel aun que sea una fantasía. Ahí está lo que fue, lo que fuimos y lo que jamás volveremos ser. Ahora somos un olvido que el viento y el tiempo va arrastrando. Hoy es viernes y las manecillas del reloj van marcando mi agonía. Tu recuerdo no se va y es porque todo el tiempo pienso en ti. Ya pasará.

Déjame habitar en tu memoria quiero descubrir tu más profundo deseo. Se mi lienzo en blanco déjame pintarte los  colores de la primavera. Y así plasmar el matiz  de tu alma, esa que  se refleja en tu mirada. Déjame recorrer tu piel canela y entre la seda de tus sabanas  dormir  hasta  que  retoñe el cerezo. Y así abrigarte  cuando llegue   el frío invierno. Déjame tomar tu mano, mientras te confieso que   te amo. Y así jurarte que  mi amor será  eterno. Déjame amarte sin miedos.

Tomados de la mano te doy el último adiós  mis dedos se enlazan  con los tuyos y voy añorando los días primeros de nuestro amor. Tomados de la mano doy conciencia a mis pecados cada paso que damos  es más frió. Tomados de la mano con ese melancólico silencio, no hay memoria de lo pasado. Tomados de la mano ha escondidas voy  recogiendo los pedazos  de este amor Mis adentros van  sintiendo, el dolor de este encuentro. Y mi memoria va  repitiendo; duele este final que encierra la  amargura de un para siempre fallido. Tomados de la mano estoy callando con locura, aquello que  nunca puede decir. Tomados de la mano  te doy un eterno adiós sin sentido. Tomados de la mano me voy jurando no  voltear más hacia atrás. https://www.pinterest.es/pin/477803841711855261/

Admiro todo de ti tu esencia a calado mis sentidos. Tu seriedad me enloquece al punto de desearte  cada vez que te miro. Esa picardía ha hechizado  mi alma y  ahora es presa tuya. Haces magia cada que me tocas... mi corazón se acelera con cada movimiento. Oh, vuelo al tocarte y como una gasela me amilano a tus versos.  Quiero recostarme en tu prado para sentir tu cálido olor. Perfume eres tan delicado y fuerte. admiro todo de ti tu esencia  es mi paz cuando estoy en la marea. déjame quererte hasta siempre aun que seas fruto prohibido Y busco la forma de tenerte aun que  sea un momento. Admiro todo de ti me recostarme sobre tu pecho asì se  rompan las reglas.

Aquella melodía  dio el inicio ha un exquisito festín. Empezamos con  las confesiones mientras acariciaba su suave cabello. La luna estaba alta y la noche se asomaba. Cara a cara  nos teníamos y  muy de cerquita te miré. Recostado sobre mis piernas fluye el palpitar que poco a poco se comenzó acelerar.  Recostado sobre el sofá fijaste tu mirada  en mi labios que te  llamaban a gritos. Sin temor y culpa  saboreaste mis besos que se enlazaban para calmar la sed de tenernos. Como tocando un suave algodón así palpabas con tus manos mi ser. Completita me tenias y suavemente te sumergías en mi punto de placer. Mis brazos se deslizaban sobre tu espalda y mi muslo acariciabas  sin  control. Jugueteando en el pogo de mis pecho, revelaste tu intenso deseo. Entre risueñas vocales fuimos a parar en las nubes. Descubrimos la pasión, la sensa...

El invierno se asoma  por mi ventana, trayendo a la vida los recuerdos del ayer. No hay nostalgia peor que desear lo imposible. El tiempo pasa  lento todavía siento tu latir. Que mantiene viva la llama pero siempre huye de mí. Las hojas caen  sobre el asfalto  y la lluvia golpea mi ventana. Miro el reloj son las 3 am  y yo sigo añorando estar en tu calor. Con el invierno  vuelve mi pesar  de no poder olvidar. Tus besos, tus abrazos,  tu cuerpo sobre el mio. El tic tac del reloj va resonando cada vez mas fuerte. No veo la hora de que esta fría  noche desaparezca. Extraño el calor  de tus manos  sobre mi pecho. Como en cada invierno se asoma en mi memoria el susurrar de tu voz. 

De madrugada me levanto a ver la luna llena que me hace recordar tu bella cabellera. Sola en la habitación doy por perdido mi ilusión de tocar tu piel por lo menos una vez. Entre el silencio de la noche y la sombra de tus besos voy lamentando, sollozando  este largo proceso de no tenerte mas en mi lecho. La soledad abruma mi sentir soy ciego ante la realidad que no quiero aceptar. He perdido tu aroma, he perdido tu amor he perdido la cordura ante este hecho que me sabe a amargura.  De madrugada me levanto  y me encuentro con tu estrella que fue testigo de  esta triste anécdota  Solo una vez más me mantengo de pie ante adversidad.   Más que un martirio es la travesía de mi  ahora, solo queda luchar hasta  encontrar esa paz.

Con la mano en el corazón voy prometiendo que no habrá un adiós. Pasaré mis sunset contemplando la belleza de tu alma, cada parte de tu colorido ser. Tatuaré mi sentir en tu piel y recorreré cada anochecer esos labios que destilan dulzura. Ámame con ternura despiertame con tus besos abraza nuestro amor que se hará eterno. Déjate llevar por el sueño y vuela alto en mi profundo pensamiento que te llama cada que te piensa. Sellaré en mi pecho los momentos y no habrá cosa que borre los fragmentos que vas dejando en mí. Me voy perdiendo en tu aroma Este amor ha cegado por completo mis miedos, mis inseguridades. Con la mano en el corazón voy recordando lo efímero de nuestro encuentro. Con la mano en el corazón y mientras observo el cielo majestuoso de  mayo, te daré más que mi compañía, te daré mi ser completo.

Misterioso brillo en tu pupila que deslumbra cuando me  miras. Tus ojos me revelan la pureza de tu alma y el silencio de tu  sentir. Con tu mirada recorres mi universo, que esta en lo secreto. Tus ojos cafés reflejan la armonía de tu ser,  la dulzura de tu amor. Como un rayo de luz en la oscuridad, así es es tu llegada a mi altar. Encantas mis sentidos no hay antídoto para dejarte en el olvido. Misterioso brillo que es  como el alba del verano, Tus ojos deslumbran mi alma penetran mi ser, desvelan lo desconocido de mi mundo le dan felicidad a mis días grises.  De los poetas de palabra hueca voy construyendo este verso para cuando pasen lo años  recuerdes el significado de tu mirada en mí. 

Esos besos descontrolados que fluyeron en  un noche de luna. Entre jugueteos y picaras sonrisas poco a poco te acercabas. A centímetros de mí sentía ese olor a frescura, a dulce miel. Sus dedos acariciaban los hilos de mi cabello esos que no se pueden ajustar. Besos apasionados que mis labios desearon desde la primera vez  que te vi. Oh, intensa velada cuan sabrosa noche estrellada. Lo prohibido de tenerte es ajenjo en mi paladar. porque te tengo y no porque te siento y ahora no. Y aún que el tiempo pase se convertirá en juez de nuestros deseos. Solo roza una vez más como aquel beso robado en medio de la cuidad. Besos intensos...  que son  fuego en mi memoria  besos que anhelamos  con furor. besos fugases del adiós.

 La puerta de tu alma destila dulzura y la muestra de esos finos copos de nieve que deslumbran tu ser. Tan picara, cálida y sincera sonrisa que mis ojos van guardando.  Y voy gritando en mis  adentros lo maravilloso que es  apreciar las curvas de tus labios. Cómo olvidar tu sonrisa  esa que hace que mi corazón salte de emoción. Una sonrisa que alegra mi alma una sonrisa que me enamora  una sonrisa que me estabiliza  una sonrisa que va sanando  mis heridas. Tu sonrisa  es tan única  como la tuya no hay ninguna. me embelesa hasta los huesos es mi aliento en los días de suspenso. Y esa sonrisa no se olvida esta grabada en mí. Desde la primera vez que te vi. Y esa sonrisa no se olvida pues me ha hecho feliz. 

Era una tarde de sol lleno de amor y gozo en medio del carnaval, bohemio, te seguí. Apresurabas tus pasos solo para llegar antes   del anochecer y así poder palpar mi piel. Esa piel que te llamaba desde hace dos veranos, solo calmaríamos esta sed con el sabor de nuestros labios. Besos que comenzaron   suaves y lentos   hasta llegar al éxtasis   de un sentimiento. Sentimiento que de ha pocos iba naciendo con el sudor de nuestros cuerpos. Un 6 de marzo apresurado con la timidez de una   primera vez. Esa vez que recorriste   en las vías de mis pechos y te asomaste en la curvas   de mi ser. Ese ser que te ama hasta el alma.   Esa alma que pedía por ti.   Ese amor que te anhelaba   hasta el fin.

Aquel lienzo en blanco tan suave, cálido e irrompible.  Su textura lo llamaba y él siempre trataba de plasmar su arte. Cada que podía trataba de clavar el pincel  para manifestar el deseo  de tocar ese suave lienzo. No podía  detenerse  ante tan bello telar  palpando ante la sombra  de la tarde se disponía  a empezar. Con sus ojos imaginaba  lo que había que dibujar, va palpando para estampar los colores en ese suave telar. Aquel lienzo en blanco se tiño de mil colores  entre matices verdes y azulados quedo manchado.  No podía detenerse siguió pintando aún en el amanecer hasta que su obra se combine con el sudor de su piel...