Oh, b ohemio lugar que en cierra los secretos más oscuros de la cuidad, cada pedazo está plasmado en mi corazón, como aquella pintura imborrable de los antiguos lechos. Tus calles de ensueño cuentan las historias más extravagantes y extrañas, esas que suceden para dejar huella en cada habitante. He perdido la cuenta de las veces que te visité y cada que lo hago, era como si fuera la primera vez. Como olvidar el amanecer en el malecón, el cálido sol y la brisa del mar en mis mejillas. Tu que eres testigo de los encuentros de una noche, de esas escapadas en la madrugada, escribiendo en tus caminos cada historia vivida. Ahora bien, sé que el tiempo ha pasado y que las cosas han cambiado, solo me queda recordar aquel último beso en las escaleras, siendo tu testigo de ello y del amor que prof...