Placer de verano



Aquella melodía 
dio el inicio ha un
exquisito festín.

Empezamos con 
las confesiones
mientras acariciaba
su suave cabello.

La luna estaba alta
y la noche se asomaba.

Cara a cara 
nos teníamos y 
muy de cerquita te miré.

Recostado sobre mis piernas
fluye el palpitar
que poco a poco
se comenzó acelerar. 

Recostado sobre el sofá
fijaste tu mirada 
en mi labios que te 
llamaban a gritos.

Sin temor y culpa 
saboreaste mis besos
que se enlazaban para
calmar la sed de tenernos.

Como tocando
un suave algodón
así palpabas con tus
manos mi ser.

Completita me tenias
y suavemente te sumergías
en mi punto de placer.

Mis brazos se deslizaban
sobre tu espalda y mi
muslo acariciabas  sin 
control.

Jugueteando en el pogo
de mis pecho, revelaste
tu intenso deseo.

Entre risueñas vocales
fuimos a parar en las
nubes.

Descubrimos la pasión,
la sensación de sentirnos
aún que sea por última vez.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Recaída

¡No te culpo!

Un lienzo en blanco