Flor de una noche


Sus ojos misteriosos
Le daban curiosidad
Ella un tanto nerviosa
empezó a cantar.

Ambos tenían algo
en común, las letras
y el café. .

La pasión surgió 
y remembraron su historia
clandestina.

Es así como la
melodía empezó a sonar
y todo se volvió lento.

Ambos se juntaron
para hablar un solo
lenguaje.

Ni las letras 
Ni el café
pudieron detener tal 
coalición.

Y más que el
misterio de sus ojos
y la timidez de ella.

Eran sus mentes 
enlazadas. 
Qué dejo tan 
exhausto momento. 




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