Un domingo de mayo.
Ha pasado tiempo
desde que nuestras
miradas se cruzaron.
Lo recuerdo. Era una
mañana de mayo
tu tan radiante y optimista.
Vestías polo blanco
y tu ojos reflejaban
la luminaria de tu alma.
Ha pasado tiempos
y mi memoria vuelve
a evocar aquella escena.
No lo negaré
fuiste la luz que buscaba
en ese instante tan gris.
Y que ahora
solo es un recuerdo
que perdura...
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