Un día después
Un día después de lo que el viento se llevó, camina aquel amor por
la vereda del viejo bar, entre cuadras de conversación con la luna como
testigo, van asimilando lo que sucedió.
Ahí va las cenizas de lo que quedó, entre finas pisadas hay
huellas que cuentan la pasión que se vivió.
Ella: yo lo quería
decía en voz alta, lo anhele entre mis brazos pero poco a poco se fue
esfumando.
Él: yo la deseaba
con dulzura declaraba, tenía sus labios calientes junto a los míos pero poco a
poco se fue enfriando.
Un día después de
lo que el viento se llevó, recordaban aquella noche fructuosa que cambiaría por
completo sus vidas. Mientras evocaban los momentos deseaban tenerse nuevamente
con el fin de asimilar el amor que se tuvieron. En un ensueño de noche donde
solo la imaginación les llenaba.
Ella: no es que
muera de amor, yo muero por ti. Pensaba mientras miraba con esplendor el cielo
estrellado.
Él: espero curarme
de ti, yo muero por ti. Meditaba mientras escuchaba la sinfonía natural en la
espesura de la selva.
Un día después de
lo que el viento se llevó, se aferra el corazón a lo perdido, mientras cantan
para olvidar. Solo queda la historia de dos amantes que se tuvieron con afán.
Él: la esperaré
mientras la recuerdo en el silencio de la noche junto a mi guitarra.
Ella: lo olvidaré
cada minuto para no llorar, dejaré que su recuerdo se desvanezca en el
brillante amanecer.
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