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Atrapada

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ilustración:  Julian Landini Atrapa en el cuarto de los incomprendidos a la espera de que abran la puerta, pues la pasión que habitaba en ella se ha esfumado dejando solo cenizas. Ella sabe por dónde ir pero el miedo a sufrir la ha cegado, sin darse cuenta que el temor es su calvario.  Atrapada en la realidad subjetiva que no la deja crecer, vivir, respirar.  Ella entiende que debe pisar tierra, ver la realidad de manera objetiva. Solo así podrá salir.  Esas ganas de soñar no la dejan en paz, suele imaginar desde su ventana las aventuras que podría recorrer. Atrapada en el ensueño mágico que la encarcela por las sendas de oscuridad, pues el miedo la atrapado, la tiene cautiva entre los muros. Poco a poco se disipa la luz  entre las rendijas de la ventana, aquella única abertura que tiene para ver el mundo exterior. Esa que se va tapando conforme sus miedos se expanden por la habitación. Atrapa en el susurro de la no...

¡Caminando Va!

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Caminando, caminando va la niña de los ojos  marrones junto a su fiel compañero.  Se posa  debajo de un árbol para descansar del arduo sol.  Caminando, caminando va la niña de los tiernos ojos marrones junto a su devoto compañero.  Se posa en las faldas de un cerro para soñar con el cielo.  Caminando, caminando va la niña de los  vigorosos ojos marrones junto a su gran compañero. Recorre los frondosos pajares, mientras observa el firmamento.  Caminando, caminando va la niña de los ojos marrones junto a su leal compañero.  Transita por las largas avenidas y los angostos puentes de acero. Caminando, caminando va la niña de los cálidos ojos marrones junto a su incondicional compañero. transita por los enormes prados en busca de agua y comida. Caminando, caminando va la niña de los apagados ojos marrones junto a su noble compañero. Circula por la cuidad visualizando los gigantescos lechos.  Caminando, cami...

Con Los Pies En La Tierra

El porvenir no me inquieta; lo que es duro a veces es el presente.- Julio Verne Todos en algún momento de nuestra vida, nos hemos frustrado por las  cosas venideras de este mundo. Cuando  amanece y haces lo mismo de siempre, te levantas, te bañas, tomas desayuno y sales corriendo al trabajo.  Para muchos esto se ha vuelto un estilo de vida que a pasado desapercibido por mucho tiempo, pero sucede que un día  te pones a pensar sobre como estas viviendo y llegas al punto en donde debes detenerte para realmente vivir y no sobrevivir. Y eso es lo que sucede, hemos corrido tan rápido que dejamos de vivir convirtiéndote en solo un sobreviviente de la vida.

Un pequeño cuento sobre el orgullo.

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El  orgullo  es un cáncer espiritual que se come la única posibilidad de amor o de contentamiento e incluso de sentido común.   C. S. Lewis " Duele, como negarlo". La manera de saber que tan orgulloso (a) eres, es cuando  crees que jamas pasará nada en tu vida que te pueda hacer caer de rodillas. Aquella noche de luna llena, Mariana y Carlos decidieron tomar un ligero paseo por el parque, cerca a la estación Javier Prado del Metropolitano. Sería un momento decisivo para la vida de los dos, pues era la única oportunidad para decir lo que habían callado por mucho tiempo; sin embargo no se atrevieron a confesar, su orgullo pesaba más que sus sentimientos. Ambos tenían un amor infinito por las bellas artes y las historietas de terror. Cada miércoles por la noche Carlos iba a visitar a Mariana con la escusa de llevar nuevos comic  de la edición limitada de Severed.  Fue así, que un miércoles 26 de enero, comenzaron ...

Ojos que no ven y corazón que no siente

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Lo esencial es invisible a los ojos. Pero cuando vemos a Dios donde nosotros nunca creímos que podíamos encontrarlo, en nuestros corazones, en los de otros y en los acontecimientos diarios que conforman nuestras vidas, entonces sabremos reconocer la realidad interior tan claramente como nuestros ojos pueden ver la realidad externa. Es complicado cuando no queremos ver lo que nos rodea, poco a poco nos vamos convirtiendo en personas superficiales, que solo pueden ver por sí mismo. Eso no está mal, lo malo es abusar del Yo para satisfacer nuestras necesidades sin tener clara la idea del verdadero sentir de la vida. Qué no solo es velar por uno, en cosas materiales y sacrificarse para ser de  éxito en este mundo. Sino darse cuenta que el vivir conforma un sin fin de ideales, sueños, metas y propósitos, que escapa muchas veces de nuestras manos. ¿Qué es lo esencial, ante los ojos de los que no ven?.. aquí se habla de algo más profundo, espiritualmente hablan...

Las mejores cosas pasan sin planearlas

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Con el tiempo te das cuenta que si no te preocupas por ti nadie más lo hará, que tus amigos son tu familia y que aferrarse al pasado solo te hace hundir más.  Cielo solo tenia 15 cuando lo vio por primera vez. Esos ojos negros, sonrisa peculiar y mirada tímida hizo que se enamorará perdidamente de él, aquella mañana de mayo.  Está historia  que voy a escribir es un relato muy diferente a los demás, ya que por así decirlo, paso en la vida real, esa que solo te pasa una vez en la vida y no vuelven a ocurrir.   Ella cursaba el tercer año de segundaría, cuando de pronto un martes por la mañana pasó algo inesperado. Cielo estaba tan segura que su corazón le pertenecía a un chico que también cursaba el mismo año que ella; sin embargo no fue así. Alguien más cautivo su alma e hizo que desde entonces su vida no fuera la misma.  Con el cabello amarrado y una vestimenta nada femenina, se dirigió al salón en dónde se encontraba su madre con unas visitas, al entrar...

¡No te culpo!

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Esto es un poema dedicado a mi padre que jamas conocí; sin embargo me enseñó mucho, a luchar en los obstáculos que te pone la vida, estar sola no es fácil pero gracias a la soledad podemos reflexionar de  que es la vida y  tu propósito en ella. Espero te guste y si también has pasado por lo mismo, me gustaría que me escribas. Que tengas un lindo día y sonríe eres hermosa o hermoso.  A ti que no vuelves     No te culpo  que no te vea al amanece,  que no escuche un bueno día,  que no estés cuando me lastiman.  No te culpo. No te culpo cuando era chica  y necesitaba una sonrisa, no te culpo por eso,  tampoco cuando aquel día llamaste  y dijiste que me querías y que fue  lo último que escucharía,  por eso tampoco te culpo.  No te culpo por habernos hecho pasar frío  y hambre en los años de invierno.  No te culpo por haber escuchado tu voz  solo ...