Cambió
Cambió las cuerdas de guitarra por el lápiz y el papel. Cambió la melodía por la melancolía, esa que plasmaba cada noche hasta amanecer. Cambió las risas por los llantos en el crepúsculo, cambió su primer amor por la fantasía de una noche. cambió su pensar, su hablar, su caminar, su vivir… Cambió como cambian las estaciones en cada época tan incierto e impredecible, misterioso y melancólico. Así es él, que busca llenar ese vacío incalculable. Quizá algún día viva sin amargura y vuelva esa felicidad, esa risa, ese tintinear de las copas de brindis al festejar; al retorno de su esperanza, ese indescifrable sentir que le haga olvidar la desdicha que produjo su cambio. Ahora solo queda ser espectadora de esa metamorfosis que poco a poco va degradando su alma. Solo espero algún día desp...